Enfrentar el diseño de la Iglesia Basílica de la Merced en Madrid implica trabajar, como ejercicio arquitectónico, con una suma de aspectos tales como: históricos, urbanos, artísticos, de identidad local, entre otros. Si a lo anterior le sumamos el recuerdo de la iglesia original, surgen temas como la imagen urbana y la simbología presente en la memoria de los habitantes. Estos puntos serán la base para una reconstrucción y remo-delación de las nuevas fachadas de la Basílica de la Merced, siendo la ausencia de las antiguas fachadas, la oportunidad de resurgir en una nueva manera de coexistir con su medio físico y social.
Memoria de una iglesia que se lleva en la piel…
Una silueta que trae a la memoria sensaciones de algo perdido
Una silueta que guarda, o una piel que cubre su propio renacer
Una memoria que deja que siga viviendo la iglesia
No es una memoria que estanca, deja fluir
Renace para invitar a ser descubierta
Invita siendo amable al espacio público
Se complementa al espacio público y se abre a la comunidad
Es sugerente sin tener que ser obvia, da luces que invitan a descubrir
Vuelve a evangelizar, es terca, no muere
Reconstruir sin dañar el recuerdo
Una intervención que posibilite volver a habitar ese lugar
Redefinir la iglesia de la memoria, sin cambiar, ni tampoco repetir lo mismo, sino transformando la iglesia pasada.
Una destrucción no para desaparecer, sino para permanecer…
LA PROPUESTA
De lo anterior se desprenden una serie de valores a partir de los cuales se fundamenta la propuesta para las nuevas fachadas de la Iglesia Basílica de la Merced en Madrid, que si bien se busca rememorar la antigua, también propone nuevos aires de luz y color para los Mercédanos.
U n a s i l u e t a q u e r e s c a t a l a m e m o r i a
La forma y la figura de la iglesia en el paisaje, con sus elementos jerárquicos y pregnantes conformaban parte de la memoria colectiva, y por consecuencia, la identidad del lugar, resaltándola sobre las demás construcciones, siendo el hito de La Merced en Madrid. En la propuesta se reconstituyen las fachadas, conformando una figura reconocible, que simboliza el nuevo renacer de la iglesia. Intentando rescatar en su fachada principal el espíritu de sus campanarios de su proyecto original.
Tal como en su época de esplendor, donde la imagen de la iglesia representaba el pensar de su tiempo, hoy la propuesta destaca la importancia de su forma y figura más que su ornamento, buscando la sencillez en su reconstrucción. Se propone la simplicidad de sus escamas, que permite resaltar su escala y proporciones, reviviendo así la imagen e identidad local. La silueta se materializa en un volumen continuo, contrastando el material de las fachadas de sus portadas con el material y las vidrieras de la nave central. La volumetría simple, junto con la continuidad del material, ayudan a reconocer a la Basílica de la Merced como un icono desde cualquier lugar de la zona.
R e c o n o c i m i e n t o y r e i n t e r p r e t a c i ó n d e l o s “E l e m e n t o s p r e g n a n t e s”
Fachadas
En relación al entorno se plantea trabajar las fachadas laterales como frontales pensando en una correspondencia con el exterior. Las plaquetas de ladrillo que servía de revestimiento de las antiguas fachadas son substituidas por un aplacado en piedra caliza y en acero corten para realzar su importancia como frente de edificios públicos respondiendo, de este modo, a la misma idea de simpleza y claridad en las formas. Esta re-interpretación se traduce con una imagen de sobriedad y austeridad en sus fachadas frente a la manifestación vegetal exuberante de su jardín vertical que presenta el exterior de su ábside con el fin de relacionarse con el pequeño espacio verde que existe en la calle del Comandante Zorita, definiendo, de este modo, el límite del conjunto de una manera más amable. En la nave central se mantienen las pieles de vidrio imprimiendo con su nueva luz los rayos reflejados en su interior por el color de sus paños.
I g l e s i a c o n v o c a c i ó n p ú b l i c a, u n a i g l e s i a q u e r e n a c e d e s d e l a s c a l l e s
Se busca con la propuesta entregar una imagen de la iglesia que dé vida a la ciudad, invitando al encuentro con Dios tanto dentro como fuera de ella. En su interior una LUX NOVA recorre estos volúmenes desde el acceso hasta la parte posterior de la iglesia, la cual también en su lado exterior contiene estos colores de vida, permitiendo una continuidad en la lectura del total de la propuesta, lo cual ayuda a la conformación de la silueta generatriz.
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